Sandra estaba en pleno proceso de organización de la Comunión de su hijo Álvaro y quería hacerle un regalo especial que lo recordara toda su vida, pero no se decidía. Después de muchos quebraderos de cabeza y sin tiempo para ello, contactó conmigo y confió en La Tavola dulce, donde mimamos todos los detalles de los trabajos que hacemos, poniendo todo el cariño y el tiempo para que el resultado sea espectacular.
Tras una reunión personal, me transmitió los gustos, aficiones y colores preferidos de Álvaro y con todo ello…, le creé un ambiente divertido y memorable para su fiesta.
Nos desplazamos al lugar de la celebración y creamos con globos, un photocall con la figura de un niño futbolista, donde se hicieron las mejores y divertidas fotos con sus seres queridos.
Este completó un dulce Candy bar personalizado, inspirado en los colores de su equipo de fútbol preferido, que aportó ese toque único que necesitaba Sandra.
La recepción para los invitados, la decoramos con dos farolas realizadas con globos verdes y blancos, rematadas con globos en forma de pelota de fútbol, el mismo color que usamos para hacer los tres centros de mesa con helio, muy acorde con el sobremantel verde con el que adornamos la mesa de los niños.
¡Menuda sorpresa se llevó Álvaro!