Nos desplazamos a una hacienda particular en Sevilla, para crear este Candy bar personalizado, que nos pidió Antonio para sorprender a su mujer en el día de su aniversario.

Cuando Antonio me mostró el patio andaluz donde iba a hacer la recepción y el coctel para sus invitados, me enamoré del pozo central y entorno a éste, creé un momento mágico marcado por los sabores, con detalles de decoración antiguos.

Cuidamos los detalles, mantel de lino color camel muy acorde con el entorno, copas de cristal para contener exquisitas delicias como acompañamiento a una barra la libre que duró hasta altas horas de la noche, fue toda una sorpresa que no dejó a nadie indiferente.