Candy bar y photocall personalizado para la boda de Ana y Rogelio.
Ana, la novia, quería el regalo perfecto para todos sus invitados y me pidió que convirtiera el clásico recordatorio en uno original, absolutamente comestible para que todos disfrutaran con él y que no dejara a nadie indiferente, y por supuesto que fuera útil, que no se olvidara en un cajón, por lo que le diseñé este Candy bar que fue todo una delicia para el paladar.
Un precioso Candy bar integrado en un entorno de ensueño.
Eligió para esta ocasión los tonos blanco y rosa, como decoración de fondo de mesa unos detalles con flores a distintos niveles que le aportaban un aire romántico, un sobre mantel de tul y bodoques blancos, y elementos ornamentales como velas, letras, flores, una preciosa jaula en color plata embellecía la parte central , bandejas, recipientes de cristal contenían exquisitas delicias y chocolates , y todo lo necesario para que los invitados pudieran servirse cómodamente todo lo que les apetecieran, durante la barra libre creando un ambiente distendido y mágico.
Y como colofón de la noche, creamos el ambiente divertido y único que Ana necesitaba para un día tan especial, su boda, donde todos pudieron disfrutar y compartir muchas risas, haciéndose fotos memorables con este original photocall realizado con globos.